Entradas populares

jueves, 4 de agosto de 2011

Esboza una sonrisa que ya se te han agotado las lágrimas.

Miércoles 27 de julio.
“Me levanto, todavía es de noche. El sol no ha querido salir para darme su última sonrisa en este país. Estoy inmóvil asomada en mi balcón, aprovechando este momento que, quién sabe cuando volveré a estar aquí. Oigo una voz, es mi madre que me dice que agilice el paso, hay un coche bajo que nos espera. Cojo mis dos maletas, y con la mirada baja voy saliendo de casa, no quiero regresar a mirarla, porque no quiero entristecerme más. Vuelvo a oír su voz, y aunque trata de animarme, no puede, mi tristeza es irremediable.
Voy en el coche, oyendo música y poco a poco despidiéndome de esta ciudad, cada lágrima fue un simple adiós. Ya estamos en la carretera, no me atrevo a mirar atrás no me siento preparada. No puedo parar de llorar, siento como caen las gotas por mis mejillas y no encuentro ni una razón para detenerlas, si no que cada vez aumentan las causas para seguir. No puedo respirar, no puedo detenerme pero necesito calmarme y entre llanto y llanto mis ojos, ya tan cansados, se van cerrando…
Despierto a causa de un movimiento brusco en este pequeño coche rojo, veo el sol, veo la luz y sobre todo, los girasoles.  Los girasoles miran al sol, le sonríen, de repente yo estoy esbozando una leve sonrisa y me propongo hacerle fotos, me he olvidado de todo, solo estoy deleitándome con este paisaje, que a pesar de todo, sólo durará un pequeño rato.  Poco a poco, mi mente se vuelve negativa, pienso  que esta es la última vez aquí, en esta carretera, con estos girasoles, vuelvo a llorar.
Ya estoy en Madrid, veo esa carretera en la que estuve aquel diciembre, tan nuevo y frío. Hoy es verano, me cuesta creer que ya ha pasado todo ese tiempo. Giramos a la derecha y seguimos vía al aeropuerto cuando de repente, ya estamos allí. Salgo del coche, mi madre y su amigo me ayudan con las maletas, reconocen mi estado de ánimo y deciden no acercarse. A pesar de mi actitud, mi madre no se rinde, sigue a mi lado, apoyándome hasta el último momento. Ya estamos dentro, voy a chequearme y un poco más alegre le sonrío a mi madre, ella me devuelve con su animadora y bella sonrisa.
Estamos allí, esperando que pase el tiempo. Estoy con mi madre, viéndola de frente, cuando sin querer veo una lágrima rozando su pómulo, intento detenerla pero veo otra deslizándose por la mejilla izquierda  y simplemente me dispongo a darle un fuerte abrazo, mientras que me acomodo en su hombro siento como yo vuelvo a llorar, no puedo creer que no la vaya a ver dentro de cinco  meses.
Finalmente, estoy allí. Son las dos y media de la tarde y no puedo negarlo, la tristeza invade mis pensamientos. Al pasar por aquella puerta, entender que no le voy a ver más y lo peor de todo, que debo tomarlo con calma. Un hombre al lado mío me habla, me cuenta de él, finjo hacerle caso.
Ya estoy dentro del avión, y me digo a mis adentros, un viaje debería de ser emocionante, divertido este no lo es. Veo cada familia pasar por mi lado, y con lágrimas en mi cara trato de sonreírles, algunos me sonríen  de vuelta, otros simplemente, no voltean a mirarme. De repente, despega el avión me despido de España y cierro los ojos, siento como la adrenalina y el miedo recorren mis venas.
Luego de unas horas, llega la hora de la comida y enseguida la rechazo, no tengo hambre, no tengo ganas de nada. Solo de llorar y de escribir, para liberarme, para relajarme, para expresarme y sencillamente, para vivir.  Una mujer, muy simpática interrumpe mi escritura y pensamientos. Me cuenta de ella, trata de consolarme y mágicamente lo logra. Hay algo en ella, sus facciones, su mirada, su tranquilidad que me recuerda a mi madre.     
Tras nueve horas y media en un avión, sola, conmigo misma, con mi música y en compañía de mi llanto siento que ya es hora, hora de cerrar un capítulo, entiendo que se ha acabado y que hoy es el comienzo de una nueva vida, una nueva etapa, una nueva yo…“
Finalmente, una chica segura de sí misma cierra su libreta, se levanta de su asiento, coge su mochila y su maleta, y sale del aquel avión. Aquel avión que más nunca volverá a ver, aquel dónde derramó tantas lágrimas, ¿quién se sentará allí la próxima vez? Y lo más importante, ¿estará feliz? La chica, en compañía de otros se pierde en los amplios pasillos del aeropuerto. Más nunca será la misma.

miércoles, 20 de julio de 2011

Una semana.

Hoy 20 de julio de 2011, dentro de una semana, dentro de siete días, abandonaré esta tierra que tantos recuerdos me deja. Quisiera no decirle adiós, quisiera quedarme aquí, apoyando y disfrutando de cada persona que he conocido y que ha tenido la delicadeza de brindarme su cariño y amistad. Desearía pensar que allá me esperan cosas tan buenas como las que viví aquí, pero no es así y quizá me deje llevar por pensamientos negativos, pero es sólo así como anhelo sentirme ahora.
No puedo creer que todo haya pasado tan rápido, tantos días, tantas horas y tantos minutos, ninguno desperdiciado ya cada uno tuvo su peculiaridad. Cada persona que conocí fue especial, algunas más que otras; aquellas que tienen algo que contar, aquellas que tienen todo que callar, y aquellas que simplemente abrieron su corazón para que alguien nuevo entrara. Viví  once meses en una ciudad, caminé y recorrí la ciudad. Me gusto. Amplíe mi cultura, ahora pienso de una manera muy distinta. Respiré un aire distinto, un aroma que nunca olvidaré y finalmente, conocí Europa, el continente dónde nació el mundo, el continente al cual todo extranjero desea con todas sus ansias conocer.
Estos once meses, han generado en mí un cambio muy importante ya que comprendí que en este mundo no existe una sola forma de pensar, existen varias. Hay personas malas, como buenas y el único consejo que debemos aprender de la vida es como conservar a aquellos que nos hacen felices en esos momentos tan importantes y dejar marchar a aquellos que sólo nos lastiman. Yo no puedo decir que lo he aprendido porque, es simple, solo tengo catorce años.
Para terminar, solo quiero haceros saber que dentro de una semana estaré en mi asiento, incómoda y triste, en mi montaña rusa, en una nueva, llena de giros y complicaciones, de subidas y bajadas, de ilusiones y decepciones y lo más importante, estará saturado de adrenalina… El nombre es conocido, se llama Miami, FL, USA.

jueves, 14 de julio de 2011

Un bus, una playa y yo.

Hoy 14 de julio. Me montó detenidamente en el bus, veo a cada persona, trato de identificar cada mirada pero es imposible. Me siento. Suena una canción conocida llamada Unwritten, es realmente preciosa y mientras las personas se atormentaban con su propio sonido de voz, yo cantaba y observaba el mundo exterior desde aquella ventanilla.
 Veía pasar coches, azules, rojos, blancos e incluso verdes, en fin, pensaba en mis dos semanas restantes, en el tiempo que he vivido en esta magnífica ciudad y aunque me esperan algunas dificultades, no me arrepiento de nada. El bus pasa por Plaza Luceros, mi cabeza comienza a inundarse de recuerdos, momentos a los cuales les saqué el mayor provecho. Luego, en un abrir y cerrar de ojos, estoy ahí en la autopista y con vista al mar, el mar que me dejó impresionada la primera vez que lo vi, pero hay alguien que no me permite ver completamente este paisaje, es mi madre. Veo su rostro, su piel y de repente voltea y me sonríe, le devuelvo una sonrisa calmada, noto algo distinto, está triste, tiene su nariz roja y una gota recorre su mejilla. Volteo al otro lado para no llamar la atención. El bus sigue moviéndose. De repente, pasamos por una playa, La Isleta, me doy cuenta que nunca he ido a esa playa y tampoco me apetece ir. El bus sigue su camino y rápidamente mi madre y yo nos encontramos caminando hacia casa…
Hambrientas pero contentas, entramos y buscamos algo de comer….
Al terminar, sentadas en un sofá marrón, nos reímos, nos miramos y finalmente, nos volvemos a reír. Luego, al enseriarnos ella me aconseja, me prepara para una vida sin su sonrisa, sin su tranquilidad y sin su voz. Me dice que mantenga la calma, en ese instante, vuelvo a ver otra lágrima deslizándose por su pómulo. No quiero verla llorar, me duelen sus lágrimas…
Alrededor de las seis de la tarde decidimos ir a la playa para buscar un momento de paz. Al llegar, estiramos nuestra gran toalla naranja y nos echamos allí. Mientras ella duerme, yo leo mi libro. Finalmente, llega el momento en el que yo dejo mi libro a un lado y ella comienza a bromear. Ambas jugando y bromeando en una playa, sin importar quien venga o quien nos mire. Somos nosotras otra vez, como solíamos ser hace un año y como seremos para siempre. Al pasar dos horas ya queremos irnos, ella comienza a recoger todas nuestras pertenencias mientras yo estoy sentada en la orilla y siento como el agua cosquillea los dedos de mis pies. Río, pero tengo ganas de llorar y como siempre trato de ocultar la verdad de mis sentimientos. Veo a los niños corretear a mi lado. Observo cada persona, cada mirada y cada expresión, realmente me encanta contemplar a la gente. Todos somos distintos. Me detengo a mirar el oleaje, veo como las olas llegan a la orilla, se forma la espuma y en un pestañeo, ya, una gran parte del agua se ha sumergido entre la arena.
En el momento en el que mi sentido del olfato comienza a deleitarse con ese olor, tan puro y tranquilo que transmite la playa, no hallo manera de querer abandonar el lugar, de dejar de vivirlo. Quiero quedarme allí para siempre, o por lo menos hasta que el agua del mar se evapore completamente algo que, nunca ocurrirá.
Ahora, tengo que leer un correo. No sé de que se trata, no sé si será algo que podrá hacerme esbozar una sonrisa o algo que multiplique mi tristeza. Me mata la intriga.
                                                                                                                                                Os quiere, S.

domingo, 10 de julio de 2011

Días para una madre

Solo días, dieciséis exactamente y once meses que vivieron, que viven y vivirán en mí.
   Respiro y percibo un aroma, un aroma Alicantino, un aroma que recuerdo con paciencia y amor. Hoy un olor de verano, hace dos meses uno primaveral y hace cinco meses uno invernal.
   Por una parte siento que pertenezco aquí más que a mi propio país, ¿por qué? Porque yo no conocía Caracas, solo creía conocerla, pensaba que vivía ahí, cuando realmente sólo estaba allí. Cuando llegué aquí, asustada y exaltada vi las cosas de una manera y al pasar de los días empecé a observar cada lugar de forma distina, con más o menos cariño.
   Antes de ayer se fueron mis abuelos de vuelta a Venezuela, cualquier chica en mi lugar hubiese deseado volver a su tierra, yo no. No me imagino regresando a aquel temible aeropuerto de Maiquetía, en la Guaira y aunque allí estan mis amigos de los que me despedí un dos de septiembre de 2010, hoy, diez de julio de 2011, quiero seguir aquí, quiero seguir aprovechando de las grandes amistades de quienes cada día aprendo más.
  Mi madre, no sé si lo sabiais que me alejo de ella, me despido de ella, le doy un doloroso abrazo de adios. Vivimos con nuestra madre, la amamos y la "odiamos", la respetamos y le desobedecemos, al final es la única que tenemos y nunca sabremos que día tendremos que partir y separarnos de ella. Algunos partimos más temprano que otros o algunos nunca se van, sino que esperan a que su madre se marche primero, total, cada familia es un mundo. Después de tantos años planeando tantas cosas con ella, con mi única madre, llegará un 27 de julio y todo girará, y será lo contrario a lo que es hoy.
 -Hija, ¿qué quieres hacer en estas dos semanas que nos quedan?- Dijo mi madre esta mañana. Esa sencilla pregunta me ha dejado triste y pensativa, lo que conllevó a una respuesta corta pero sabia.
-Muchas cosas- dije... 


Las amistades pueden no estar ahí siempre, pero una madre nunca nos fallará, eso es lo que la hace única e incomparable.



domingo, 3 de julio de 2011

Soy vulnerable, ¿y qué?

Un mundo, un mundo con una población de seis mil millones de personas. Un mundo de blancos y negros, homosexuales y heterosexuales, ricos y pobres, flacos y gordos ¿Cuántos conocemos? o mejor dicho, ¿cuántos creemos que conocemos? Tenemos 500 amigos en facebook o en tuenti. Tenemos 1000 seguidores en twitter. ¿Quién es real y quien nos engaña? Todos tienen facetas distintas que no conocemos, cada quien oculta un secreto que nunca sabremos y cada quien tiene una verdad que nunca entederemos.
  Cuando vivimos momentos con alguien, chico o chica, siempre pensamos en el instante más disfrutado y más bonito. Pero lo que deberíamos de pensar, es cuando pasamos por un momento difícil y aunque nos duela, lo superemos, porque sólo así sabremos o identificaremos el interés que tiene el otro en mí. Brotar lágrimas se vuelve una rutina en una ruptura, sientes que el mundo se vuelve diminuto y que nadie existe para quererte, solo tu y ni siquiera. Nos acostumbramos a querer a alguien, nos acostumbramos a creer en alguien, y ¡pluf! cuando menos te lo esperas te defraudan. Tu único recurso es escapar por el camino más fácil; conociéndote y aprendiendo a disfrutar de tu soledad.
   Cuando vivimos esta etapa patética de los 14, 15, 16 y 17 años, en la que todo nos afecta, en la que situamos como prioridad al "desconocido" en vez de a nosotros; en la que simplemente somos niños jugando a ser adultos. Lo peor de esta etapa, es que, lo juzgamos todo y a todos. Criticamos a quien podemos y cuando podemos. Dejamos de ver nuestra falla para ver la del otro, en conclusión, vivimos para el otro.
  Lo peor de todo es que no lo vamos a cambiar, porque está en todos nosotros.
 Pero, es la fase en la que vas seleccionando a esas personas con las que quieres compartir tus experiencias, y esa fase no es para siempre.
  Todos somos vulnerables, sólo que algunos más que otros.

jueves, 30 de junio de 2011

Niño del pijama de rayas.

Acabo de ver una gran película, se llama "El niño del pijama de rayas"“. Debo admitir que no es la primera vez que la veo, tengo que reconocer que enseña grandes valores y que sobretodo, nos muestra lo bello y la importancia de la inocencia y la amistad.
La inocencia, podría considerarla un sinónimo de niñez. Ya que la inocencia es, no saber, es simplemente, ser niño. Es entonces cuando llega la etapa denominada adolescencia y con la presión social y el interés en el saber, la perdemos. No me parece que esté mal, pero ¿Por qué antes esa inocencia, nos duraba un poquito más? ¿Por qué los tiempos han cambiado tanto? Por ejemplo, hoy en día no consideramos el sexo un tema tabú, de hecho, esta década, una charla de sexo es el equivalente a una conversación sobre comida.
La amistad, es increíble como ese niño, Bruno, entra en el campo de concentración sólo para auxiliar a su amigo. Lo que demuestra que, cuando tienes una verdadera amistad, haces lo que sea para apoyar o ayudar. Aunque creo que en el fondo, Bruno, solo quería estar y sentir cerca a su amigo Shmuel, ya que nunca tuvo la oportunidad de hacerlo.  Tengo que reconocer que las amistades que tuvimos a los 8 años no se parecen en nada a las que tenemos ahora, y las que tendremos en 20 años no se parecerán en nada a las de hoy. Ya que vamos creciendo y madurando, vamos viendo la vida desde distintas perspectivas hasta que finalmente escogemos una y es así como ya, no cambias nunca más.

Al terminar de ver esta película, una catorceañera decide sentarse a escribir unas críticas, mientras que espera que su madre llegue... A pesar del calor veraniego que le abruma en un pequeño piso. Esta decide olvidarlo y deleitarse con el olor de playa que inunda sus fosas nasales…


…Esa soy yo.

miércoles, 29 de junio de 2011

Dos días

Faltan dos días para una gran mudanza, me voy de una casa en la que he vivido grandes momentos conmigo misma. En esta experimenté un primer otoño, un primer invierno y una primavera, son tres etapas, tres momentos y tres experiencias, cada una con sus ventajas y desventajas.
Me cuesta creer que mi habitación está vacía, siento que ya no pertenezco ahí. El sólo pensar que en dos días alguien distinto va a dormir ahí, me rompe el corazón pero, esa es otra verdad que debo agregar a mi lista de realidades.
Se me había olvidado la sensación de hacer maletas, ese momento en el que decides meter toda una vida en un espacio tan pequeño, donde se siente acorralada e incómoda. ¿Qué pasa cuando esa vida no quiere entrar? ¿La obligamos? Sí. La vida se basa en obligaciones, es entonces cuando después de un tiempo, la vida se ajusta a esa maleta.

Dos días y comienza julio, serán solo 27 días para mi gran partida y otro cambio, otra cultura y otro idioma. Solo puedo decir una sola palabra; tiempo. Sólo esa palabra me impulsa a seguir adelante, ya que dentro de un tiempo volveré a estar con mis seres queridos.
Me acuerdo que una vez describí mi vida como una montaña rusa, tienes momentos de alegría pero tienes muchos bajones, algunos explicables y otros inexplicables. Algunos con adrenalina y otros sin. Hoy me dí cuenta que yo, hace un año estaba en una montaña rusa, hoy estoy en otra y el 27 de julio me montaré en una distinta...


...Lo único que ahora puedo decir es que, estoy mareada.

sábado, 25 de junio de 2011

Hogueras, fiestas alicantinas.

Hogueras, fiestas españolas que obviamente nunca había experimentado, cabe destacar que fue una experiencia única; increíbles, divertidas, emocionantes. Se me agotan las palabras para describirlas. Pero las fiestas no lo son todo, ni la música tampoco, son las personas con quien decides disfrutarlas. Es una noche de locura, que sabes que no durará por siempre, pero mientras lo goces será inolvidable.
 Fueron mis primeras Hogueras aquí, y estoy segura de que no serán las últimas. Probablemente no venga en unos años, pero lo que se es que el recuerdo permanecerá en mi siempre, cada canción que oí, me recordará a cada paso de baile que dí.
Momentos como estos, son los que duran, personas como ellas, Cristina y Paula, son reales y especiales, personas que sabes que estarán ahí, no solo para hacer reír, sino para verte y llorar contigo, y es así como aprendes a valorarlas.
Pero se acabaron las Hogueras, y se agota el tiempo y sé que no me alcanzará para todo lo que quiero hacer. ¿Cuántas cosas quiero hacer? Un millón. ¿Quién no quiere hacer cosas?. Pero a diferencia de mi, hay gente que puede, porque tiene un largo período para hacerlo. Para aquellos que no podemos, siempre tenemos la esperanza de que algún día, volveremos a ese sitio y lograremos nuestro objetivo.

miércoles, 22 de junio de 2011

Menos

Mi  estación favorita del año, la primavera, se ha ido, el verano está aquí y aunque más cerca está mi partida, trato de no pensar en ello y disfrutar de cada momento, cada segundo que vivo.
 El lunes, fue el último día que pisé aquel instituto en el que tanto esfuerzo puse, aquel en el que conocí a maravillosas personas que siempre estarán en mi. Allí aprendí muchas cosas que me marcaron para toda la vida, y aunque decimos que cuando vamos al instituto solo estudiamos, no, maduramos, crecemos, entendemos que la vida no es un cuento de hadas y que cada día tenemos que ser más competentes.
Ayer martes me puse a pensar lo rápido que ha pasado este año, esas mañanas en el instituto se han acabado, aquellas clases infinitas clases de matemáticas que en el fondo me gustaban. Parece que fue ayer, que llegué sola y asustada, un 15 de septiembre a un aula en el que todos me miraban extraña y fijamente. Hoy 22 de junio, y tras 10 meses de estudio, me llevo conmigo tres amigas incomparables; Elena, Paula y Cristina.
Tengo miedo, mucho miedo, ¿por qué habría de negarlo? No es fácil, las separaciones duelen, sientes como que algo en el fondo de ti cambia. Es como un cambio de rutina, te acostumbras a hacer algo, y de repente lo dejas de hacer, te molesta y tratas de hacer todo para volver a tu rutina anterior pero sencillamente, no puedes. Es entonces cuando  te das cuenta lo mucho que disfrutabas de tu hábito anterior.

martes, 21 de junio de 2011

Let´s go out.

Un día de fiesta, todo planeado y “ready”, quedas con tus amigas y decides vestirte y maquillarte lo mejor posible, no solo para ligar ni mucho menos para dar la mejor impresión de ti. Sino para  sentirte lo mejor posible contigo misma, para sentirte guapa  y segura, para que el momento de llegar al lugar esperado cada línea de delineador que pasaste por tus ojos hayan valido la pena.
Muchas veces siempre hay un inconveniente, para nosotras las chicas; nuestras madres, siempre pendientes de cada paso que das cuando decides ponerte tacones, siempre al tanto de cuánto mide aquella preciosa falda (si es por encima o por debajo de la rodilla) y por supuesto, el escote de la camiseta o “top”, cada una de esas preocupaciones que siempre nuestras madres expresan ante nosotras y que obviamente nos estresa,  o sencillamente, nos saca de nuestras casillas
“¿Acaso siempre tenemos que vestirnos acorde a la opinión de nuestras madres?”
Otro tema de esas fabulosas salidas de fiesta, la hora de llegada. ¿Por qué nunca les importa la hora de salida? Tras gritos, llantos y peleas, siempre saldrá ganando aquella persona que denominamos la autoridad de la casa, padre o madre, usualmente madre. Tras amenazas y preguntas esa persona logra calmarse y ver las cosas con claridad, ¿costará tanto confiar en nosotras, o es que no confían en los cabroncetes que caminan por la calle con un par de bebidas de más?
Cuando sales y te consigues a tus amigas es como si cada segundo que estuviste enojada desapareciera, cada expresión que pudiste haber tenido en la cara se borra y vuelves a tu estado normal, simplemente porque estas tranquila o porque ellas te transmiten esa tranquilidad.
Caminando por la calle, segura de cada paso que das. Solas, pero rodeadas de desconocidos, tres chicas salen en busca baile, esperando alguna que otra llamada de alguien que a veces esperamos y que, lastimosamente nos falla y aunque en el momento moleste, siempre estará aquella amiga optimista que nos impulse a seguir adelante. Ya llega el momento de entrar a un sitio, un poco incómodas al principio pero, ¿quién no se siente incómodo una primera vez?. Al fin cumplimos nuestro objetivo, bailar y disfrutar. Llega el momento de la partida, tarde, cansadas y un poco alegres, nos disponemos a andar hasta la estación, una vez dentro del tram, miradas pentetrantes nos acechaban, pero realmente era lo menos importante… Para acabar, una peli de terror, a pesar de los gritos y del miedo, nada nos quitaba la felicidad de estar juntas, tanto hoy como para siempre.
Tres chicas, tres sonrisas, una amistad.

sábado, 12 de marzo de 2011

Etapas.

Pequeños, inocentes, lindos. ¿Existe algún bebe alrededor de los 4 años que no sea mono? NO. A esa edad somos bonitos, imperactivos, quizás alguno más que otro. En fin, somos niños y somos felices. Nuestras madres, nos dan todo, nos cuidan, nos abrazan y nos cantan. En cuanto a los amigos, tenemos muchos, más bien, demasiados, jugamos con todos, no nos importa ni su religión, ni su color de piel, solo queremos jugar y disfrutar de nuestra niñez que poco a poco se va desvaneciendo.



   Esa etapa que nos cuesta identificar, que nos consideramos "rebeldes", "sabelotodo", "farandulero", "chulaco". Ya no nos interesa jugar "Policías y Ladrones", ahora, solo queremos encajar, cambiar de personalidades para estar en un grupo, para agradar y aunque tengas que hacer cosas que no te gustan y que al final te terminan deleitando  porque simplemente crees que tienes amigos que lo hacen, ahí llega el alcohol, el cigarro, el porrito. Ey, pero ¿todo eso para cautivar a las personas que te rodean? Te tienes que gustar a ti mismo, ante todos los demás para poder agradarles, sino no te van a querer por quién eres, sino por quien dices ser. Elegimos, elegimos quien nos conviene y quien no, elegimos quien se parece a uno y quien no. Nuestro entorno se llena de hipócritas, solo tienes 2 o tres amigos que tu sabes que estarán ahí y daran la espalda por ti. Peleas con ellos, pérdidas de amigos, sientes que el mundo se va a acabar, se multiplican los falsos, decides respirar y echarle un buen ojo a tu entorno, entender que nada es para siempre y que de un momento a otro tu vida puede dar un giro de 180 grados y tu, ni te enteras. 
     La relación con tus padres en la adolescencia, puede tener un cambio si eres un niño que viene de padres divorciados, si vienes de padres casados o si tus padres se estan divorciando, si sufren de violencia de género o lo que sea. Hablaré de mi, mis padres están divorciados, es costumbre, pero ¿quién no quisiera que sus padres estuviesen juntos? Todos queremos, son tus padres y creo que esa es la única explicación. Me llevo muy bien con mi madre, no es una madre que todos quisieran tener, es mi madre y me tocó a mi. Tenemos una excelente relación, la amo. Mi padre, está lejos, lo quiero, apesar de todo nunca podría odiarlo, es mi padre y ha hecho demasiadas cosas por mi. Quisiera que estuviese más presente, puede ser. Pero así tal cual, lo acepto y lo amo. 
¿Y LOS NOVIOS? Típicas preguntas, que se llevan esa encantadora respuesta tan común. -QUÉ VA, ¿QUÉ NOVIO?-  Porque en verdad te has besado con muchos pero ninguno el especial. A algunas todavía no nos ha llegado, otras lo esperan impacientemente, otras quizás ya lo tienen, y gozan de una historia, no tan bella como Tres metros sobre el cielo o Tengo ganas de ti, pero poseen una.
   
    Pienso que la adolescencia le viene a unos más fácil que a otros, también pienso que tiene una base que conocemos como; la personalidad, el autoestima, la confianza en sí mismo. Las experiencias de nuestra adolescencia nos ayuda a cometer los errores en esta etapa, para luego estar preparados para la dureza de la adultez.


       Ser adulto, creepy ¿no?. Vemos las pelis y decimos "HOSTIA, YO QUIERO SER COMO ESE" Y bueno, aunque hoy en día algunos chavales no lo digan, realmente en lo más profundo ellos se mueren por ser un James Bond. Y las mujeres, películas de amor, quieren ser una Rachel McAdams 2 en el Diario de una pasión. Esto de los adultos ya no es mi área puesto que todavía no soy uno y no quiero serlo. Me queda mucho por vivir. 

Carpe Diem.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Esa gran amiga que todos queremos tener...

Hoy decidí hablar de los amigos. Pienso que hay varios tipos, amigos divertidos, amigos deprimidos, amigos "llama atención". No son todos iguales, cada uno tiene su característica, pero al final de todo siempre nos vamos a identificar solo con uno o dos como máximo.
   Venezuela, mi país, ahí tengo dos grandes amigas, Iris y Andreina, son maravillosas, no todo el mundo quiere tener unas amigas como ellas. Yo las tengo pero ¿Por qué? Porque se parecen a mi, son sencillas, estudiosas y extrovertidas. Son diferentes, pero tienen algo que las une y esa soy yo. Cuando estaba allá, una se ponía celosa de la otra, pero yo las quiero a las dos, no igual, las quiero de manera distinta ya que una es Iris y a una la quiero como Iris y a la otra, pues, como Andreina.

    España, tengo varias amigas y tengo una muy especial, Paula. Distinta a mi, distinta desde cualquier ángulo, con decirles que es alta e introvertida, pero no sé, no halló una manera de decir cómo es ella ni como se volvió mi amiga. Todas las personas que la conocen, la juzgan sin conocerla, dicen que es inmadura, pero ¿Por qué lo dicen?¿Acaso disfrutan siendo despectivos con los otros? Maduren de una vez.
   A veces las personas suelen juzgar los demás, sin conocer el interior de esa persona. Quizás es muy parecido a ti, pero por su apariencia no te dejas ir mas dentro y comprender qué es lo qué le pasa y por qué tiene esa actitud. Pienso que cuando quieres conocer a alguien, pones todo tu interés en hacerlo y dejas atras todo ese "look" que te marea y no te deja abrirte a los demas.
   No tengo amigas estúpidas e inmaduras puesto que no soy así. Cuando te preguntes ¿por qué tengo amigas tan ridículas como estas? Recuerda, que tu te juntas con esa porque tú eres así.
 
 Yo amo a mis amigas y nunca sentiría verguenza por ninguna de ellas.

martes, 1 de marzo de 2011

Marzo.

Marzo, ya estamos aquí. Lentamente el invierno va desapareciendo, ese frío que odiamos se va desvaneciendo.
Marzo, el mes de los cambios.
Marzo, el mes de desiciones, de enfrentar realidades.
Marzo, se irá rápido, incluso más rápido que febrero. ¿Por qué? Porque mientras más disfrutas el momento más rápido se te acaba y después más lo extrañas.
   Primero de marzo, como todos los primeros, nada nos anima del mismo, puesto que es el principio de un nuevo comienzo y como nos dicta nuestro "cerebro", por decirlo de una manera, el inicio siempre es difícil, el desarrollo es bueno, y el final es mejor. 
   Deseo que el tiempo se pare, pero lo anhelo en esos momentos de disfrute, en esos momentos que estas con tus amigas y no quieres nada acabe, quieres mantenerlo para siempre, saber que no vas a envejecer, saber que nada va a cambiar y que tu siempre serás igual.
     Sé que no es así, y también me se un dicho que aunque me cueste aceptarlo es verdad, este dice así... "Lo unico que permanece es el cambio" ...


lunes, 28 de febrero de 2011

Far away.

Mi amiga, lejos, distante ¿por qué? Te siento apartada, ya no es como antes. Cierro los ojos, pienso, respiro hondo y me digo a mi misma "No estas sola, tienes mucho que disfrutar. No te detengas a pensar en aquellas cosas negativas que al final solo te traerán pesadillas" Vuelvo a pensar, "¿Pero cómo alguien puede no pensar en las cosas negativas que inundan tus pensamientos de malos recuerdos? Es muy difícil olvidar los malos momentos, al final solo con recordarlos entiendes que no tienen importancia y es así, solo así como logras olvidarlos. 

domingo, 27 de febrero de 2011

Finde curioso.

Fin de semana, castigada y aburrida...
    Viernes, viernes de soledad, viernes lleno de pensamientos. Gimnasio, identificar cada personaje, cada actitud e incluso cada mirada. Luego, llegar a casa, pensar, bailar, escribir, leer y por supuesto reír, ¿Y reirse de qué? Pues de ti misma, de tus actitudes, de aquello que haces y luego te arrepientes, de las estupideces que haces en público y luego te pones a pensar y dices "Vaya, si que soy imbécil" pero que más da, lo hecho esta hecho y ya. Finalmente acostarse en cama y ver películas románticas toda la noche, llorar, volver a reír y soñar con que algún día cualquiera de nosotras viva una historia como esa... O aún mejor.
    

     Sábado, el día que esperamos toda la semana y que muchas veces resulta ser nada especial, como era obvio, seguía castigada. Decidí no ir al gimnasio puesto que tenía una gran flojera y no quería observar a "las viejas sonriéndome todo el rato". Más películas románticas, realmente no me alejaba de mi laptop. Dos de la tarde, entra mi madre. Tres y media de la tarde, nos vamos a Decathlon; largas charlas, altas carcajadas, momentos especiales y finalmente peleas, con ella, con mi madre. Comprar ropa deportiva, ropa de gimnasio, licras, camisetas, bolsos, toallas para al final llenarlo todo de sudor. Llegar a casa, cenar y hablar de nuevo, con mi madre

     Domingo, otra película de amor, a diferencia de las otras esta no la termine de ver, debido que era muy larga y quería dedicarme a otras cosas. Cocinar, liberar energías y como siempre plantearse nuevos objetivos para esta semana. Vuelve mi madre con una amiga, no solo de ella sino mía también, una venezolana exactamente como nosotras. Me encanta que ella venga a casa es como si por un momento estuviesemos ahí, en nuestro país, hablamos igual, tenemos las mismas palabras, nos expresamos como "siempre" y simplemente no tienes que ajustarte a otras palabras sino que sueltas a esa persona que muy dentro de tí eres o solías ser. Echar broma, sonreír, comer y compartir ideas. Ver peli, esta vez de drama.
    
        Finalmente como siempre, la vida es un ciclo y volvemos al sitio donde empezamos, no con las mismas personas, ni tampoco con la misma actitud... Mañana es lunes.
      
        

miércoles, 23 de febrero de 2011

Una historia de 3.

Comenzaré por decir que hace solo unos meses yo estaba completamente sola, buscaba amigas, ninguna la adecuada. Permanecía asustada y triste, no tenía nada que hacer. Había dejado a mis amigos en otro país y solo me quedaba vivir con el recuerdo, aunque yo no quisiera que fuese así. 

   Mi cumpleaños, 15 de noviembre 2010, realmente no quería celebrarlo yo sola, por lo tanto invité a dos amigas; Paula y Lore. Comencé a reir, a disfrutar, a ver que el mundo me tiene preparado algo mejor y que tarde o temprano la tristeza se desvanece... 
    Lore, lo diré desde mi perspectiva, mi amiga, divertida, madura y sobretodo realmente simpática, nosotras nos hicimos amigas de repente, solo así, en mi cumpleaños fue cuando empezamos a llevarnos mejor. Ella y yo ahora somos grandes amigas, bueno así lo considero yo. Sé que puedo confiar en ella en cualquier momento y que a pesar de todo nunca me va a defraudar, sé que cuando estoy triste y necesito un abrazo estará ella para dármelo...
   Ahora Cristina, ella y yo nos volvimos amigas después. Lore solía juntarse con Cris, pero por supuesto yo no era tan amiga de ella. Cris, no se como explicarlo, es diferente, no es muy expresiva, pero tiene una gran personalidad, al principio no me llamaba la atención conocerla hasta ese día que nos quedamos durmiendo en su casa...
   Comenzamos a vivir una historia de tres...
 Pijamada,invierno, diciembre, comer, compartir, carcajadas al rededor de 4 paredes, y fotos, no solo en una cámara sino en mi cabeza, mi cabeza que capturó cada segundo.
     Pero no somos nosotras tres nada más, realmente somos más, pero no sé, hablo sobre ellas, porque ellas hacen que se me olvide un poco aquellas preocupaciones que llenan mi cabeza de preguntas sin respuestas. ¿Para qué pensar en eso si tengo un par de amigas que se rien de la vida? Pronto escribiré más anécdotas, esto es sólo el principio.

 

Indagar en mi cabeza hasta encontrar una respuesta.

   Trato de concentrarme y de hallar un objetivo pero ahora no puedo y lo que realmente me preocupa es que no se por qué, no se cómo me siento y aunque percibo un vacío muy dentro de mi no consigo palabras para describirlo. Quizás quiero dar el paso, quizás no, tal vez no esté preparada para enfrentarlo... Pero si lo hice una vez, ¿por qué no puedo hacerlo otra vez?, ¿acaso es tan difícil?


    Me expongo a lo desconocido y tengo miedo, trato de buscar salidas en el ambiente externo pero ninguna logra llenar todo lo que siento por dentro,
     Al final del día, en la noche, pienso, pienso en mi y en mi futuro, en lo fácil que ha sido mi vida desde la perspectiva de otros. Sin embargo, me detengo en mis pensamientos y medito sobre cada momento que he vivido en estos 14 años, y sí, lo admito, los considero complejos para una chica de mi edad y aunque pueda decir tener un alto nivel de madurez, yo, una adolescente considero que hoy y siempre llevaré esa niña que fui y la que sigo siendo muy dentro de mi corazón.
     

martes, 22 de febrero de 2011

Caracas- Alicante.

Un título tan corto que tiene mucho que decir. Hasta yo misma había estado tratando de descifrar esa palabra o ese título o "ese coso de ahí arriba" estos meses, hasta hoy, hoy en mi clase de valenciano logré entender que significó eso para mi y aquí está mi narración.

       Aquel día, lo recuerdo como si hubiese sido ayer, 2 de septiembre de 2010. Adios, adios y más adios, llorar, reir, tratar de no estar enfadada contigo misma, odiar tu vida, chillar, gritar, lágrimas y finalmente, soledad. Nadie, sin amigos, sin familia y para completar sentirse totalmente fuera de ti misma. Tratar de hallar una razón para mirar más allá, encontrar un por qué y ahí es cuando te das cuenta de que tu cabeza de llena de preguntas, ¿por qué a mi? ¿por qué hoy?, ¿por qué no al vecino? Pero tristemente no la encuentras, sencillamente porque ya no existen respuestas.
      Saber que ahí estan las personas que hicieron tu vida, no un cuento de hadas, ni tampoco una historia maravillosa, simplemente te hicieron feliz. Sí, feliz, esa es la palabra y aunque trate de volver a esa felicidad, no, no hay marcha atras. Hay que seguir adelante, yo tengo que seguir adelante con una sonrisa, esa sonrisa no necesariamente real, pero nada perdemos con intentarlo... al final solo conseguirás amigos riéndo y por un segundo olvidando esas pesadillas que invaden tu cabeza y que a veces ni pensar te dejan.


    

Está demás decirte.

Está demás decirte.
Si amiga, si, te extraño y nada es igual sin ti, me haces falta en cada parte de mi, tus risas, tus abrazos y simplemente tu, solo tu, esa niña que estaba, que está y siempre estará pero hoy, necesito de ti. Cada cosa que me enseñaste, cada momento que compartiste conmigo, cada sonrisa que me hacias marcar en mi cara. Pero ahora que ya no está solo quiero decirte lo mucho que te extraño y como te revivo cada momento que no estás; pienso en ti cada vez que puedo y como siempre puedo siempre te pienso.
Normalmente siempre hablamos de aquellas cosas que pasaron, pero yo quiero ser la excepción, yo quiero hablar de lo que está pasando y lo que pasará y  lo que se es que ahora, te amo y te extraño y lo que se de mañana es que te volvere a abrazar y nada cambiará porque volveremos a caminar juntas, a pasar por delante de la gente sin importar lo que nos digan, a reirnos de la vida y a poner los pies sobre la tierra, pero así, juntas, como debemos estar.
Cuando estamos separadas, sí, somos fuertes, pero no lo suficiente. Cuando sentimos que el mundo se nos va a caer encima y pensamos, quisiera que ella estuviese aquí, ahí somos débiles y, cuando aparentamos ser fuertes y por dentro frágiles todo se nos vuelve más difícil y mas enredado, y piensas, y ahora ¿Qué hago? Qué haces, respirar y sentir que por un segundo podemos volver a estar unidas y todo vuelve a ser normal, pero nunca lo será mientras mi amiga no esté.
Yo tengo un calendario que cuenta los días que quedan, los días que quedan para regresar a aquella vida que yo solía tener, aquella vida que a pesar de todo realmente me gustaba. Era divertida, loca, emocionante, esa vida era sencillamente como lo soy yo, esa era la razón por la que me gustaba tanto. Aunque debo admitir que mi vida de ahora, es buena, es distina pero buena. A veces quisiera regresar, pero cuando lo pienso bien, no quiero, y aunque tengo que estar lejos de mis amigas eso no quita la “amistad”
Amigas, siempre están en mi, las quiero.

Trato de buscar una salida en este mundo de locos.